
Viviendo en este mundo en el que a veces no nos preocupamos de lo sucedido a nuestro alrededor, quizás pensemos que al tener un salario estable e inmensas comodidades estamos viviendo en mejores condiciones, eso me marchita, pensar que en el mundo que nos rodea solo reina la felicidad cuando en realidad es solo una ilusión de lo que realmente es; creo que es una especie de engaño óptico que hace que caigamos en su trampa. Me llena de impotencia cuando a veces le relato estos hechos a alguien conocido y que ha caído por desgracia en esa trampa, mientras observo como me califica de majadero. Hablo de lo que todos conocemos como pensamiento y razón, aquella virtud que quedó enterrada antaño y que han destruido una serie de energúmenos para tenernos a su merced, somos unas marionetas de un mundo en el que estamos controlados a cambio de un sustento y eso es lo que hace que reaccionemos de forma que creamos que todo es armonioso. Puede que ustedes no lo vean pero eso que recibimos es la forma por la cuál compran nuestro voto de silencio y nosotros no lo vemos porque ese materialismo es como una venda que tapa nuestros ojos y nubla nuestros sentidos, una oligarquía existente entre aquellos que están más cercanos y que disfrutan con esa incapacidad que poseemos y que ellos mismos han engendrado. Aunque me duele saber que, de una forma u otra me tendré que adaptar a esta inmoralidad y me gustaría saber si vale la pena cambiar el valor de nuestra razón y la libertad en nuestros fines por una serie de objetos, puede que en un futuro muy lejano sea así pero eso es algo que yo no podré ver; una vez más esta es otra de las aberraciones que puedo apreciar en este infierno en el que convivimos.
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